Esta villa especial representa una fusión entre la arquitectura ibicenca y la moderna. Con amplios espacios abiertos, jugando con la idea de que no hay umbral entre el interior y el exterior, el espacio exterior semicubierto de doble altura ofrece un espacio para el disfrute al aire libre en cualquier época del año. Conectado al salón con un gran ventanal corredero de cristal que se oculta en la pared. Este espacio único semicubierto también está conectado a dos dormitorios en el piso superior. Destaca especialmente el efecto de la iluminación nocturna sobre los muros curvos y los pilares revestidos de blanco. Las paredes están bañadas por la luz de colores de la piscina y sus reflejos. La villa consta de dos plantas más sótano completo y solárium. En la planta baja hay un aseo de invitados, un amplio salón comedor con cocina abierta y un lavadero. En la primera planta hay 3 dormitorios con dos baños, el dormitorio principal tiene vestidor y baño en suite. El solárium ocupa toda la planta de la casa y ofrece unas bonitas vistas al mar ya las montañas de los alrededores. En el jardín mediterráneo hay una cochera.
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