Finalmente, una finca donde encontrará toda la paz que normalmente no encuentra tan cerca de la civilización. Buenas conexiones a todos los placeres globales y cuando esté cansado de eso, regrese rápidamente al paraíso. El entorno panorámico de camino a la finca ya levanta un rincón del velo y crea expectativas. La finca aparece a la vista contra una ladera de montaña ligeramente inclinada. Calzada, plaza de aparcamiento, garaje, bien confirma que realmente existe. La espaciosa naya es lo primero que encuentras, e inmediatamente queda claro dónde se celebra la vida familiar. Una vez dentro, el salón, con su chimenea, se encuentra junto al comedor diáfano, y un gran ventanal hace que todo se sienta ligero y agradable. Las cocinas separadas adyacentes con mesas y sillas lo invitan a preparar comidas juntos. Una elegante escalera conduce a un luminoso espacio intermedio con tres dormitorios, todos ellos de generosas dimensiones. El baño grande es accesible desde varios lados y es para toda la familia. La posición ideal del sol asegura que toda la casa se sienta cálida y agradable. Las características rústicas están bien expresadas sin resultar pesadas. La gran cocina al aire libre está ubicada en el lado del sol de la tarde con acceso a la naya, y se usa de manera simple y frecuente para socializar.
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